Palabra de
Dios
5,18: Os aseguro que mientras duren el cielo y la tierra, ni una letra, ni una coma de la ley dejará de realizarse.
5,19: Por tanto, quien quebrante el más mínimo de estos preceptos y enseñe a otros a hacerlo será considerado el más pequeño en el reino de Dios. Pero quien lo cumpla y lo enseñe será considerado grande en el reino de Dios.
5,20: Porque os digo que si vuestra justicia no supera a la de los letrados y fariseos, no entraréis en el reino de Dios.
5,21: Habéis oído que se dijo a los antiguos: No matarás; el homicida responderá ante el tribunal. 5,22: Pues yo os digo que todo el que se deje llevar por la cólera contra su hermano responderá ante el tribunal. Quien llame a su hermano inútil responderá ante el Consejo. Quien lo llame loco incurrirá en la pena del horno de fuego.
5,23: Si mientras llevas tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene queja de ti, 5,24: deja la ofrenda delante del altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y después vuelve a llevar tu ofrenda.
5,25: Con quien tienes pleito busca rápidamente un acuerdo, mientras vas de camino con él. Si no, te entregará al juez, el juez al alguacil y te meterán en la cárcel. 5,26: Te aseguro que no saldrás hasta haber pagado el último céntimo.
5,27: Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio.
5,28: Pues yo os digo que quien mira a una mujer deseándola ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
5,29: Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo lejos de ti. Más te vale perder una parte de tu cuerpo que ser arrojado entero al infierno. 5,30: Y si tu mano derecha te lleva a pecar, córtatela y tírala lejos de ti. Más te vale perder una parte de tu cuerpo que terminar entero en el horno.
5,31: Se dijo: Quien repudie a su mujer que le dé acta de divorcio.
5,32: Pues yo os digo que quien repudia a su mujer –salvo en caso de concubinato– la induce a adulterio, y quien se case con una divorciada comete adulterio.
5,33: También habéis oído que se dijo a los antiguos: No perjurarás y cumplirás tus juramentos al Señor.
5,34: Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es trono de Dios;5,35: ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la capital del Soberano; 5,36: ni jures tampoco por tu cabeza, pues no puedes volver en blanco o negro uno solo de tus cabellos.
5,37: Que vuestra palabra sea sí, sí; no, no. Lo que pase de ahí procede del Maligno.
Para aterrizar
en tu vida:
¿Cómo te resuena este evangelio? Como un ideal
que te obliga a esforzarte para no ser condenado. O como sabiduría liberadora
que te suscita vida nueva.
No basta cumplir sino amar, entrar en la dinámica
del más de Dios y desprotegerte de tus seguridades. ¿Estas dispuesto a la
aventura de la vida con el Dios amor?
Para
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¡Dispuesto! Cuando miro hacia atrás percibo su acción. En el presente confío... me dispongo.
ResponderEliminarBlanco o negro, medias tintas al Señor no le van.
ResponderEliminarDispuesta! Reconociendo mis frenos y miedos... Pero con la certeza de que Él me ayudará a superarlos!
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